6 de febrero de 2007

LA INQUINA

Veo las noticias estos días que sobre manifestaciones e incapacidades de jueces del tribunal supremo copan las televisiones.Creo que cada uno tiene derecho a manifestarse contra lo que le plazca. Creo en el derecho de los ciudadanos a mostrar sus desacuerdos. Pero me gustaría que los ciudadanos que se manifiestan lo hiciesen siempre libremente. No me refiero al hecho de ir a la manifestación, que seguro que eso si se hace libremente, me refiero al hecho de que no se utilice, luego, esa voluntad libre con mala fe.
La derecha de este país hace mucho tiempo que perdió los papeles, deambula, desde el 11 M por los territorios del rencor y del odio, no hace falta dar ejemplos, todos conocemos unos cuantos. La geografía de la inquinia es, sin embargo, angosta y oscura, enseguida predecible. Hay que repetir una mentira setenta veces siete hasta que a los oídos que la escuchan le suene a verdad y hasta que los oídos que no la creen se vean obligados, por el ruido a desmentir la mentira.
Me da miedo esta gente que se apropia de lo que pertenece a todos y hace de lo común su parcela intransitable.
Por eso ahora más que nunca: A LA VIDA FILOSOFÍA

Eudaimonia enesti.

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